jueves, 16 de abril de 2009

El futuro llegó hace rato



El ingeniero y artista Joaquín Fargas está presente simultáneamente en la 5ª Bienal Internacional de Arte Textil que tiene lugar en Buenos Aires, Argentina, del 1 al 25 de Abril en el Palais de Glace – Palacio Nacional de las Artes-, y en la muestra “Imagos”, que se realiza en la galería Objeto-a (http://www.objeto-a.com.ar/), Niceto Vega 5181, Capital Federal, entre el 14 de abril hasta el 2 de mayo del 2009.


El artista/ingeniero Joaquín Fargas es una persona que no suele conformar a sus interlocutores, principalmente cuando a éstos les agrada etiquetar firmemente a cada cosa que se tenga por delante. Resistido con frecuencia por científicos, artistas y diseñadores, Fargas hace oídos sordos y continúa adelante con sus múltiples proyectos: es el director artístico del Laboratorio de Bioarte de la Universidad Maimónides (institución pionera y uno de los pocos centros en el mundo dedicado a la creación bioartística), está preparando la instalación definitiva de su escultura ambiental “Sunflower – centinela del medio ambiente” en la ciudad de Ushuaia, continúa divulgando el proyecto “Biósfera” –pequeños recipientes de vidrio donde se encuentra concentrada una cantidad de agua junto con plantas acuáticas y microorganismos, conviviendo en un ambiente sustentable- y, como si esto fuera poco, también se dedica al arte textil, en sociedad creativa con la diseñadora de indumentaria Gabriela Musutto y la colaboración de Martín Alterisio, Juan Zerbini Berro, Fernanda Amenta y María Eugenia Rodríguez, parte del staff de la productora de la Universidad Maimónides.

Claro que por ser creación suya, no podía tratarse de ropa para usar a la hora de ir al supermercado, sino que los diseños del proyecto “I wear” que se exhiben en ambos eventos traen una innovadora conjunción de materiales no tradicionales, sumado a un look apropiado para la novia de Terminator.

La muestra de Fargas está proyectada como una instalación con una pantalla exhibiendo un video y el desplazamiento entre el público de colaboradores vistiendo la colección de chalecos interactivos “Vestiario” (del inglés: vest = chaleco). Estas personas, los alumnos de la Licenciatura en Tecnología Multimedial Ayelén Santamaría, Mauro Camacho y Juan Diego Camacho, más la participación de María Belén Ramírez Llorent, exhiben los tres modelos de la colección: “Vest Greeting” (chaleco saludo), munido con un sensor que al detectar que alguien se acerca emite un saludo de bienvenida, “Vest Link” (chaleco vínculo), equipado de a pares con sensores que detectan la distancia entre ellos y al alejarse entre sí hacen sonar una alarma, y “Vest Contact” (chaleco contacto), con sensores que detectan el contacto físico del usuario con otra persona y encienden una batería de luces en la espalda a la hora de darse un abrazo.

Si bien esta colección de chalecos puede parecer innovadora, se queda corta frente al vestido de nombre aún misterioso que es la pieza central de la muestra. Ideado con intenciones performáticas, ha tenido desde boceto varias pretendientes a usarlo y a comprarlo, a pesar de –o gracias a- sus muchas y originales peculiaridades. Confeccionado en base de tules, resina poliéster y tela de mosquitero de aluminio, conviven en él la dureza del metal con la vaporosidad propia del tul. Una serie de láseres ubicados en el ruedo exceden con su luz el contorno de la falda, y otra serie de luces localizada en la espalda despliega un juego luminoso que lo asemeja a un pavo real digital. Además, otro dispositivo láser simulando ser un ojo montado sobre una máscara que cubre la mitad del rostro de la performer Malena Colella, titila al emitir un mensaje en código Morse.

Pero la innovación no termina ahí. Toda esta batería lumínica está comandada por un microprocesador montado en el cinturón del vestido al que es posible acceder con diferentes programaciones y modificar la secuencia de luces, incluso a través de controles remotos que pueden ser distribuidos entre el público, y lleva entrecruzado con el tejido una red de fibra óptica que conecta los componentes electrónicos y aumenta el volumen del vestido.

Fargas afirma que además de ser innovador desde el diseño, este vestido abre la puerta a nuevas experimentaciones de índole científica, tanto en el uso como en la obtención de materiales novedosos. De cualquier forma, él sostiene que el hecho creativo es importante en sí mismo, y no es necesario buscarle una utilidad práctica a todo lo que se crea. Entusiasmado por la buena respuesta que viene recibiendo de quien conoce los prototipos del vestido y lejos de estar preocupado por justificarse, junto a su equipo ya está proyectando una colección completa de vestidos interactivos, y espera poder comercializarlos con aportes provenientes de la lejana Singapur.


Ver más fotos en http://picasaweb.google.com/diversideas/ElFuturoLlegoHaceRato#

Copyright de las fotos Sergio Victorino - Performer Malena Colella - "I wear"